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domingo, 13 de abril de 2014

No es mi problema

Érase una vez un ratón que vivía cómodamente en una granja donde había otros animales. Un día, curiosamente un paquete que había recibido el granjero, descubrió una ratonera y tuvo mucho miedo porque se dio cuenta de que querían cazarlo y se le iba a acabar la buena vida.
Enseguida salió gritando al patio de la granja: ((¡Hay una ratonera en la casa! ¡Hay una ratonera en casa!)) Pero nadie pareció alarmarse y no le hicieron caso.
La gallina pasó junto a el y le dijo cacareando: ((Una ratonera es para los ratones, ¿no? Entonces a mí no me importa nada)).
El ratón pidió ayuda al cordero, pero este dijo: ((Lo siento ratón, rezaré para que no te pase nada)).
El ratón se dirigió a la vaca y esta le dijo: ((¿Qué tiene que ver eso conmigo? Yo soy  grande y fuerte y esas cosas pequeñas no me importan)).
Desanimado, regresó a su granjero, y aquella misma noche escuchó el ruido que hacía la ratonera al cerrarse. Pero no había atrapado un ratón, sino una serpiente. La granjera se acercó a ver lo que había y la serpiente la picó. La mujer cayó enferma con fiebre y su marido, pensando que le sentiría bien tomar algo caliente, mató a la gallina para prepararle caldo. Como la mujer n mejoraba, fueron a visitarla todos sus familiares y el granjero mató al cordero para darles de cenar. Finalmente, la granjera murió y su marido tuvo que vender la vaca para cubrir los gastos del funeral.

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